Cuentos para contar.

sábado, 2 de noviembre de 2013

La casa que cambia de lugar (parte 4ª)

En el bosque

Aquella noche no durmió bien. Soñó con sus padres y el colegio, y al despertar, aunque se sentía descansada, no podía evitar una leve sensación de añoranza.
Abrió la puerta de la casa con incertidumbre: ¡Estaba en un frondoso bosque!.
"-Aquí no habrá caníbales ni bandidos" - pensó.
Más animada, se puso a caminar acompañada del canto de los pájaros y el revoloteo de las mariposas. Hacía un día espléndido. Llegó hasta un arroyo que discurría plácidamente entre robles y hayas. En su orilla, un cervatillo bebía agua bajando tímidamente la cabeza.
"-¡Que tierno!"- pensó.
Se acercó y alargó la mano para acariciarle. De pronto ¡un rayo de surgió de sus espaldas alcanzando de pleno al cervatillo!. Una explosión de luz lo envolvió, y entre alaridos, se transformó en un monstruo peludo con largos dientes que dando saltos se perdió entre los árboles.
- ¡De buena te has librado! - escuchó a sus espaldas.
Sin reaccionar todavía, se dio la vuelta, ¡se encontró un hada!,  ¡con barita mágica y todo!.
El hada le miró atentamente. -Parece que no eres de por aquí - le dijo,- era un "troll dentudo", se transforma en tiernas criaturas para atraer a sus víctimas, y luego ¡Las devora con sus largos dientes!.
Leire se echó a llorar, desbordada por tanta emoción acumulada.
- ¡Tranquila! - le dijo el Hada ofreciéndole la mano, - me llamo Amy (1)
Leire se enjuagó las lágrimas con su mano, y se la ofreció.
- Yo Leire.  
Hablaron largo y tendido hasta el atardecer. Leire le confesó que echaba de menos su casa.
- Pues no se como puedes volver a tu casa - le dijo Amy, pero podemos ir a ver a Mou (2), ¡él lo sabe todo!.
Se internaron en el bosque hasta una impresionante secoya que parecía llegar a la luna.
-¡Mou!, ¡Mou!, ¡despierta!.
Un malhumorado búho salió del agujero de una de las ramas del árbol.
-¿Qué demonios queréis?, ¡a éstas horas!.
- Necesitamos tu ayuda urgentemente.
- ¡Vaya, una humana! - dijo  Mou  con extrañeza al ver a Leire.
Leire le contó su historia.
- ¡Ravioli (3) ha vuelto a hacer de las suyas!..........................no tiene sentido que vuelvas a la casa............- el buho meditaba en voz alta.-..............cada día aparecerías en un sitio distinto................., pero puedes ir al lago de los deseos, ¡eso es!, a media noche, el buque fantasma te llevará allí donde más desees. ¡Pero ojo!, si en el fondo de tu corazón, en realidad, no quieres ir allí, ¡acabarás donde nunca quisiste ir!.
Leire sintió un escalofrío; una ráfaga de aire frío le puso la carne de gallina.
- ¡Pues venga!, ¡vayamos ya!, ¡no hay tiempo que perder! - dijo Amy.
Cogieron nueces y moras para el camino y se despidieron de Mou.
- ¡Estas hadas no respetan nada! - murmuró entre dientes mientras se disponía a reanudar la siesta.

(1) Cuentos de hadas
(2) Cuentos de Mou
(3) La maleta en la que cabe todo


                  

2 comentarios:

  1. ¿Qué pasa con la casa? ¿Ya no se mueve? ;-)

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    1. La casa ha dejado de tener protagonismo porque Leire quiere volver a su casa, y como le ha dicho Mou, la casa no va nunca al mismo sitio.

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