Cuentos para contar.

sábado, 16 de noviembre de 2013

El pintor de nubes

Hacía un día precioso; Josu, tumbado en la hierba, veía pasar las nubes por el cielo; como un gran cuadro impresionista, cuyo pintor, el viento, retocaba a cada momento. "Si las nubes fueran de colores................"- pensaba.
Josu era un gran científico; así que fue a su laboratorio, y se puso a investigar la forma de poder pintar las nubes de colores.
Probó con varios tipos de pinturas, y distintas técnicas de tinte, pero no le dieron resultado.
Entonces, pensó que debía utilizar el color en su esencia más pura; y ésta se encontraba en el arco-iris. Así que construyó "el extractor de colores", una máquina que condensaba los colores del arco iris, hasta convertirlos en una sustancia que impregnaba cualquier superficie que entraba en contacto con ella; ¡hasta la de las nubes!.
Un día lluvioso, dos nubes dejaron de pelearse por un momento, y entre ellas se colaron algunos rayos de sol, que al atravesar las gotas de lluvia, estallaron en un formidable arco-iris.
Rápidamente, Josu cogió su avioneta; pero las nubes seguían enfadadas, y poco tiempo duró la tregua; así que el arco-iris desapareció.
Se produjeron varios arco-iris en los días siguientes, pero duraban tan poco, que a Josu no le daba tiempo a llegar con su máquina.

Josu meditaba como conseguir su sueño: Pintar las nubes de colores; cuando le llamó la atención la portada de una revista de viajes, que tenía en su portada la fotografía de unas cataratas. En ella, se veía un magnífico arco-iris. Al fijarse mejor, descubrió que  no había nubes en el cielo, y por lo tanto, era imposible que hubiera un arco-iris. Intrigado, cogió su avioneta y se dirigió hacia allí. ¡Y allí estaba el arco iris!, ¡bajo un cielo despejado!.
Descubrió, que el río, en su espectacular caída desde lo alto de la catarata, se deshacía en diminutas gotitas de agua, que a modo de lluvia, hacían que los rayos de sol, al atravesarlas, formaran el arco-iris; ¡un arco-iris eterno!.
- ¡Es lo que necesito!- exclamó Yosu entusiasmado.
Allí estableció su laboratorio, y se puso manos a la obra.

Si miráis hacia arriba, podéis ver preciosas nubes de colores adornando el cielo con sus mil formas, y si os fijáis un poco más, quizás veáis una pequeña avioneta, en la que "el pintor de nubes", realiza su trabajo, con la brocha de los sueños.





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