Cuentos para contar.

viernes, 8 de noviembre de 2013

La casa que cambia de lugar (parte 5ª)

En el lago de los deseos

Un grupo de luciérnagas abrían paso a Leire y Amy, iluminando el camino; estaba anocheciendo. La niña y el hada conversaban alegremente:
- ¿Estás segura de que quieres volver a tu casa?, recuerda lo que dijo Mou: "Si no lo quieres de corazón, acabarás allí donde nunca quisiste estar".
- ¡Eso creo!. Estaba cansada de hacer todos los días lo mismo, pero hecho de menos a mis padres y a mis amigos; Quiero estar con ellos.
- ¡Mira!, ya hemos llegado.
Un lago oscuro y misterioso cubría como una manta el valle dormido.
- Bueno, ahora tengo que irme - dijo Amy, - el pasaje es sólo para una persona. Espera hasta la medianoche ¡y sube al buque!; ¡suerte!.
Se despidieron con un fuerte abrazo mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.

La niebla cubría el lago como 1000 espíritus saliendo del agua. El sonido lejano de una sirena sacó a Leire del ligero sueño en el que había caído. De entre la niebla, surgió la proa de un enorme buque que seguía la estela de la luna llena reflejada en el agua. Paró junto al embarcadero, iluminado por farolillos de madera que tintineaban con el viento. Una escala cayó desde la cubierta del barco; miró hacia arriba; tenía miedo, pero también curiosidad, así que subió decidida a enfrentarse con su destino. En la cubierta no había nadie; escuchó de nuevo la sirena anunciando la partida. Buscó la escala: ¡No estaba!, ¡no había vuelta atrás!. El Buque Fantasma se internó en la oscuridad con Leire en sus entrañas.
Pudo distinguir entre la niebla un bote salvavidas, y se acercó tiritando de frío y de miedo. Dentro había unas mantas, con las que se acurrucó en una esquina del bote. El calorcito y el cansancio le hicieron mella, y cayó en un profundo e inquietante sueño. Soñó que el barco bajaba y bajaba por un oscuro túnel hasta llegar a un silencioso lago (4) , donde no había absolutamente nada; ¡La quietud era sobrecojedora!. Más tarde, soñó con sus padres, el colegio, sus amigos,................................
Se despertó; en frente vio a Popi (5), su amado osito de peluche, que le sonreía complacido; ¡estaba en su cuarto!, rodeada de todas sus cosas. Cogíó al osito, y volvió a la cama abrazada a él.
- Venga Popi, vamos a dormir, ¡ya hemos tenido suficientes emociones por hoy!.

(4) El bosque subterráneo
(5) El cuarto oscuro


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