Cuentos para contar.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Ravioli: amo del mundo (parte 1ª)

El espejo de Osiris

Un viejo carromato tirado por mulos entró por la calle principal de la aldea. El siniestro personaje que lo conducía, miraba de un lado a otro escrutándolo todo con sus ojos saltones. Detrás, una corte de personas le seguían con andar cansino y desgarbado.
Llegaron  a la plaza, donde montaron una carpa bajo la lluvia que embarraba las calles. En la puerta de la carpa, sobre un púlpito, el siniestro personaje se puso a hablar megáfono en mano:
- ¡Acercaos!, ¡acercaos, habitantes de la aldea!; ¡ asomaos a las puertas del futuro!; ¡por tan sólo 2 doblones de plata, el mítico "Espejo de Osiris" reflejará el porvenir en su telúrica superficie!; ¡descubrir lo que el futuro os tiene preparado!; ¡y por tan sólo 2 doblones de planta!.
Poco a poco, se fue formando un grupo de aldeanos delante de la carpa, que curiosos se habían acercado a la plaza.
En ése momento, el pirata Malapata y sus hombres salían de la taberna cantando y bebiendo ron.
- ¿Qué diablos sucede aquí? - aulló Malapata al ver el tumulto.
- Parece que hay un espectáculo en la plaza capitán - dijo Ragout, uno de sus hombres (más conocido como quebrantahuesos).
- ¡Por mil almejas caníbales!, ¡vallamos a ver de que se trata! - bramó Malapata.
Después de muchos meses de navegación, Malapata y sus hombres tenían la necesidad de divertirse, por lo que entraron en la carpa para ver el espectáculo.
Dentro, había un escenario con un objeto rectangular de unos 2 metros de alto cubierto por una sábana.
- ¡Atención! - dijo el hombre larguirucho de ojos saltones golpeando el suelo con un bastón.
Esperó hasta que se hizo el silencio.
- ¡Soy Ravioli, el benefactor de vuestros sueños!. ¿Quien de vosotros no ha querido saber si tendrá fortuna en sus negocios?; ¿Quien será la mujer con la que pasará el resto de su vida?; ¿Cuando será su último día en éste mundo?. ¡Pues ahora tenéis la oportunidad de saberlo!. Ante vosotros se encuentra "El espejo de Osiris"; desenterrado de entre las ardientes arenas del desierto, y perteneciente al más poderoso mago del antiguo Egipto. En él, se refleja el futuro de todo aquel que lo contempla.
La penetrante mirada de Ravioli recorrió la platea, donde un público boquiabierto por el impacto de su presencia, seguía espectante sus palabras.
- ¡Atención!, ¡el futuro está a punto de revelarse ante vuestros ojos!.
Entonces alargó la mano hacia el objeto, y haciéndose a un lado apartó la sábana.
Malapata, sus hombres, y los allí reunidos, clavaron sus ojos en el espejo. Su forma convexa hacía que todos los presentes vieran su reflejo en él.
El pirata no podía separar la mirada de su reflejo. Una corriente invisible fluía entre ambos. De pronto, Ravioli volvió a tapar el espejo con la sábana, interrumpiendo  la corriente: Los ojos de Malapata perdieron su brillo, y se volvieron completamente blancos.
La misma transformación tuvo lugar en sus hombres y en los aldeanos.
- ¡Ahora recoger todo y seguidme esclavos!- gritó Ravioli frotándose las manos.
Lentamente, como si hubieran perdido el alma, los allí presentes hicieron lo que su amo les ordenó.


2 comentarios:

  1. ¡Cagonsós! ¡Como odio estos cuentos por capítulos! ¡PERO CUÁNTO ME GUSTAN!

    ResponderEliminar