Cuentos para contar.

viernes, 4 de octubre de 2013

La Maleta En La Que Cabe Todo

Ningún hombre honrado y amante de la ley, se atrevería, ni siquiera un momento, en dejarse caer por la taberna del Ciervo Blanco. Allí, contrabandistas, bandidos, mercenarios y piratas, planean sus sucios negocios entre ron y peleas; entre ellos, Malapata y  Rodi el camaleón, su fiel contramaestre.

Malapata miraba fijamente el único ojo de su contrincante.Las venas marcadas de su musculoso brazo indicaba un terrible esfuerzo. Este, se inclinaba sobre la mesa bajo la presión de otro brazo más poderoso.
- ¡Aguante capitán! - le decía Rodi al oído - la cosa se empieza a animar. Sobre la mesa, los doblones rodaban en el frenesí de las apuestas.
- ¡Ahora! - dijo Rodi, y como si de un resorte se tratara, el brazo de Malapata, barrió el de su opositor hasta hacerle tocar madera.
Los jugadores se alejaron entre maldiciones y lamentos, dejando los doblones sobre la mesa.
- ¿Porqué has tardado tanto?, ¡era una auténtica bestia!, ¡Casi me arranca el brazo!.
- Hay que arriesgar para ganar capitán.
- ¡Pues la próxima vez, arriesgas tus enclenques patas!
- ¡ Venga capitán!, ¡somos un equipo!.
- ¡Tráeme ron y déjate de cháchara maldita sabandija! - rugió Malapata.
Mientras Rodi se dirigía a la barra del Ciervo Blanco, un estrafalario personaje se acercó al pirata. Vestía pantalones a cuadros, un frac rojo, y sombrero de copa; la barba puntiaguda y los ojos saltones, le daban un aspecto inquietante.
- Buenas tardes señor, me llamo Ravioli - le dijo ofreciéndole la mano.
- ¿Qué tripa se te ha roto? - contestó Malapata, mirándole de arriaba a abajo, y frunciendo el ceño.
- Me gustaría mostrarle algo, que de seguro interesará a un distinguido caballero como usted.
- ¡Qué es!.
- Vayamos al callejón, y se lo enseñaré encantado.
Malapata, intrigado, le acompañó al callejón.
- ¡Vamos!, ¡enséñamelo!, ¡como no me interese, te lo tragas!.
- ¡Tragar.............oh si............!, véalo usted mismo. - le dijo Ravioli ofreciéndole la maleta.
Malapata, cogió la maleta y la abrió; entonces, ¡un remolino de luz le envolvió arrastrándole dentro de ella!. Ravioli la cerró, y le puso un candado.
- ¡Otro incauto! - dijo riéndose entre dientes.
Cogió la maleta, y se fue por el callejón.
Rodi, que había visto a Malapata salir con Ravioli, salió al callejón.
"-¿Donde se habrá metido ?-", se preguntaba mirando alrededor.
A lo lejos, vio a Ravioli, y le siguió.
Llegaron a una posada, donde Ravioli pidió algo para comer. Mientras daba buena cuenta de una sabrosa pata de cordero asada, Rodi cogió la maleta, que se encontraba a pies de Ravioli, y se la llevó con sumo cuidado. A continuación, se dirigió al puerto de Nantucket, donde se encontraba amarrado el Delfín Volador, el barco de Malapata. Allí, la tripulación del  Delfín, se apañaba en reparar los estropicios causados en sus últimas correrías.
- ¡Caballeros!, - dijo Rodi, - el capitán a desaparecido. La única pista que tengo, es ésta maleta, que pertenece a la última persona con la que vi a Malapata, la cual me trae muy mala espina.
- ¡Pues que esperas para abrirla! - , dijo Ragout, más conocido como "quebrantahuesos".
Y sin más dilación, rompió la cerradura de la maleta con la culata de su trabuco.
¡De nuevo, el remolino de luz salió de la maleta envolviendo y tragando todo lo que le rodeaba, como si de un agujero negro se tratara!. Rodi, quebrantahuesos, y el resto de la tripulación ¡se encontraron atrapados dentro de la maleta!. Dentro,estaba  Malapata, y un sin fin de cosas y personas amontadas, formando un terrible caos, como si del camarote de los hermanos Marx se tratara.
La maleta, abierta de par en par, tragaba y tragaba con hambre voraz.
- ¡Esto es el infierno! - , gritaba Malapata.
- ¡Tenemos que cerrar la maldita maleta!-, decía Rodi, agarrado a la pierna de Malapata.
- ¡Es imposible desde dentro!, - le contestó un hombre con túnica y barba blanca, que se aferraba como podía a un árbol. - Yo construí la maleta, ¡y sólo se puede cerrar desde fuera!.
- ¿Como se te ocurrió construir semejante aberración?.
-¡Ravioli me obligó!, ¡es el mismísimo diablo!.
Rodi se quedó pensativo.
- ¿Podrías construir una Puerta Por La Que Sale Todo?- le dijo al mago, ¡porque era un mago muy poderoso!.
- Pues......................................, es posible, pero necesitaré un lugar protegido, para poder trabajar.
Los hombres de Malapata, se pusieron de inmediato a ello, y construyeron un refugio, donde el mago utilizó todas sus artes mágicas para construir La Puerta.
El universo entero, entró por "La Maleta En La Que Cabe Todo", y el universo entero, salió por "La Puerta Por La Que Sale Todo", como si del mismísimo "Big-Bang" se tratara.

La maleta, una vez vacía, ¡se tragó a sí misma!, por su propia naturaleza tragona, desapareciendo al instante.




3 comentarios:

  1. Te mereces el Nobel. Pero no el de literatura sino el de Física, por explicar el Big Bang.

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  2. Más complicado va a ser explicar "la relatividad", pero habrá que intentarlo.

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