Cuentos para contar.

sábado, 15 de diciembre de 2012

El libro de todos los cuentos

A Rubén le encantaba leer cuentos. Los días que podía, se iba a la biblioteca y se pasaba horas leyendo cuentos de todo tipo: Cruzaba los 7 mares con "El pirata malapata", descubría planetas misteriosos con "Saturnino", luchaba contra brujas y dragones convertido en príncipe, volaba con las hadas por países lejanos.........................................
Un día, el bibliotecario, un viejo achacoso y extraño, se le acercó.
- ¡oye chico! - le dijo mirándole fijamente, -Veo que te gustan mucho los cuentos.
- Ssssi señor - le respondió Rubén, tartamudeando.
- Pues toma.
y le dio un grueso y polvoriento libro con las tapas de piel, donde estaba dibujado un misterioso espejo con extrañas inscripciones.
- Es tuyo - le dijo-, es un libro muy especial. En él encontrarás todos los cuentos que se han escrito, y todos los que se escribirán.
Rubén hojeó el libro entusiasmado. Al levantar la cabeza, el bibliotecario ya no estaba, así que guardó el libro en la mochila y se fue a su casa.
Después de cenar, Rubén se acostó en su cama, y sacando el libro, se puso a leer.
"¡Es genial!", pensaba, "¡Hay un  montón de cuentos!". y leyó hasta quedarse dormido.
Al día siguiente, metió el libro en la mochila, y se fue al colegio. Siempre que tenía un momento, lo sacaba y leía ensimismado.
- ¿Qué es lo que lees? - le preguntó Luis, un compañero de clase, - debe de ser muy interesante, estás todo el día leyéndolo.
- ¡Es un libro mágico!. En él están todos los cuentos que se han escrito, y los que se escribirán.
- ¡Venga ya!, no digas tonterías - le dijo Luis.
- ¡En serio!, me lo dijo el bibliotecario.
- ¿Ese viejo loco? - le respondió Luis riéndose. Y se fue sin parar de reírse.
Sin embargo, Luis no dejaba de darle vueltas a la cabeza: "¿un libro mágico?, ¿"El libro de todos los cuentos"?, ¿y si fuera verdad?".
Y así, cuando estaban en clase, Luis cogió la mochila de Rubén, y se llevó el libro.
Después, a la salida del colegio, se fue al parque para leerlo.
- Pero..........¡si está en blanco! - gritó, - ¡no hay nada escrito!.
Lleno de rabia, lo rompió en mil pedazos.
En ése momento, Rubén salía corriendo del colegio, para llegar a casa cuanto antes, y seguir leyendo su libro.
- ¡No está!, ¡No puede ser!, ¡me lo han quitado! - gritó Rubén desesperado, al no encontrar el libro en su mochila. Buscó por todas partes, pero no lo encontró.
Pasados los días, Rubén volvió a la biblioteca. Al verlo entrar, el bibliotecario se le acercó.
- Hola chico - le dijo, - ¿te gustó el libro?.
- Lo siento señor - le respondió Rubén bajando la cabeza, - pero lo he perdido.
- No te preocupes. Toma - le dijo el bibliotecario con una misteriosa sonrisa. Y le dio una libreta y un bolígrafo que sacó de un polvoriento escritorio. - escribe en ésta libreta los cuentos que recuerdes, así nunca los olvidarás.
Al llegar a casa, Rubén empezó a escribir todos los cuentos que recordaba , y escribió y escribió, ¡decenas!, ¡cientos!, ¡miles de cuentos!.
Con el tiempo, Rubén se convirtió en un importante escritor. Cuando le preguntan de donde saca la inspiración para escribir los cuentos, responde:
- Yo simplemente escribo los cuentos que leí en "El libro de todos los cuentos".

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