Cuentos para contar.

jueves, 31 de diciembre de 2015

De elefantes, monos y alubias

Los monos, siempre de chirigota y con ganas de pasárselo bien, decidieron gastar una broma a los elefantes: cocinaron unas alubias, y se las pusieron para cenar, entre los cacahuetes y los plátanos. Cuando se durmieron, les taponaron el culo metiéndoles unos palos, y lo elefantes llenos de gases a causa de las alubias, se hincharon e hincharon hasta salir flotando por los aires. ¡Qué espectáculo!, ¡decenas de elefantes, grandes y pequeños suspendidos en el cielo a merced del viento! Tanta gracia le hizo al viento, que rió y rió, tan fuerte que los elefantes acabaron en la luna. Allí, los elefantes se quitaron los palos del  culo unos a otros, con las trompas. ¡Imaginaros el estruendo!, ¡decenas y decenas de sonoros pedos salieron al instante!, ¿y el olor?; la luna, asqueada, se lanzó de cabeza al mar, y se lavó con jabón y estropajo,haciéndose unos cuantos cráteres más, para librarse de él. Hasta los peces se refugiaron en los ríos a causa de la peste.
Los pobres elefantes, calados hasta los huesos y humillados, pensaron  en vengarse de los monos, que andaban con las mandíbulas desencajadas de tanto reírse. Así que cuando éstos dormían, untaron con cola sus árboles favoritos, donde solían subirse para coger plátanos. Y allí se quedaron los monos, pegados a la corteza de os árboles, muertos de hambre, alargando las manos para intentar coger los plátanos que colgaban sobre sus cabezas.
" Habéis tenido vuestro merecido"- les dijeron los elefantes - "Os dejaremos así un par de días, para que escarmentéis".
Pero sucedió que un tigre que se acercó por allí para reírse de los elefantes, se encontró con los monos pegados en los árboles, al alcance de sus garras y sus dientes.
" ¡Con el hambre que tengo!" - pensó - "¡me voy a dar un festín!"
Los elefantes,  viendo que su broma había ido demasiado lejos, dadas las circunstancias, invitaron al tigre a cenar.
" Unas verduritas antes del banquete te ayudarán para hacer mejor la digestión" - le dijeron.
El tigre aceptó encantado, y entre  frutas y verduras, se comió las alubias que los monos habían mezclado con ellas.Cuando terminó, le metieron una rama en el culo, ¡y volando se fue como un globo de rayas amarillas y negras!
Con chorros de agua a presión saliendo de sus trompas, los elefantes despegaron a los monos de los árboles. Parecían castañuelas, por el claqueteo de sus dientes a causa del susto.

Y lo que empezó como una broma que humilló a los elefantes, ¡se convirtió en el mayor espectáculo del mundo!, ya que el dueño de un circo que vio a los elefantes por los aires, con buen ojo comercial, les contrató, haciendo de ellos grandes estrellas internacionales.
El pobre tigre, ahí anda flotando en el aire, esperando que algún piadoso pajarillo le saque la rama del culo.

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