Cuentos para contar.

viernes, 11 de enero de 2013

El monstruo del lago

Leire estaba de vacaciones en Escocia. Hacía un día caluroso, y se le ocurrió ir a bañarse a un lago que había cerca del hotel, donde se alojaba con sus padres. Cogió su bañador, una toalla, y se montó en el autobús que le llevaría al lago.
- ¿Vas al lago? - le preguntó un chico que iba sentado a su lado.
- Sí, con este calor es donde mejor se está - le respondió.
- ¿ No sabes lo del monstruo?.
- ¿Un monstruo?.
- Si,  el monstruo que vive en el lago. Dicen que mide más de 30 metros, y que de su largo cuello, salen 3 cabezas que incineran con sus ojos todo lo que ven.
- ¡Vaya!, pues tengo que verlo. Lástima que no he traído la cámara de fotos - dijo Leire.
- No te lo tomes a risa, hay mucha gente que lo ha visto.
- No, si lo digo en serio, me encantaría verlo.
- Pues puede ser la última cosa que veas....................
Leire, era una chica curiosa y valiente, pero un escalofrío le recorrió el cuerpo cuando pensó en lo que le acababa de decir el chico.

El lago se encontraba en un lugar fabuloso, rodeado de frondosos árboles y verdes prados adornados de flores. Sin embargo, una extraña quietud impregnaba el aire, como si algo estuviera a punto de ocurrir.
Leire, se  puso el bañador, y cantando, se metió el agua.
Se puso a chapotear alegremente, cuando de repente, se dio cuenta que los pájaros habían dejado de cantar, y una sombra se alargaba amenazante delante de ella. Se volvió lentamente casi sin respirar, y vio como del agua emergía parsimoniosamente una figura que tapaba el sol con su presencia.
Con un grito de horror, se zambulló en el agua, y nadó lo más rápido que pudo hasta la orilla.
Allí, se escondió entre unos matorrales, y con el corazón en la boca, atisbó entre las hojas al monstruo que se acercaba inexorablemente.
- ¡Es un patito! - gritó Leire. ¡Un patito gigantesco!.
- ¡Pobrecito! - dijo Leire, saliendo de de entre los matorrales, y acariciándole una pata. - Sólo quiere jugar.
y así, jugaron y jugaron toda la tarde, nadando y buceando en el lago.
De repente, oyeron uno gritos:
- ¡Es el monstruo, mirad!. Llamad  a lo cazadores, rápido.
Eran unas personas, que pasaban por allí, y habían visto al patito.
Al momento, llegaron los cazadores con sus escopetas y sus perros, y el aire se llenó de ladridos y disparos.
- ¡No disparéis! - gritaba Leire, - ¡es sólo un patito!.
Pero los cazadores estaban muy asustados, y siguieron disparando.
- Vámonos de aquí - le dijo Leire al patito, y sumergíéndose en el agua, bucearon hasta una cueva submarina que Leire había encontrado antes.
Pasó el tiempo, y los cazadores seguían en la orilla del lago esperando a que apareciera de nuevo el monstruo.
- ¿ No se van a ir nunca? - se preguntaba Leire en la cueva.
Entonces, vio que la cueva se internaba en la tierra, por lo que decidieron adentrarse en ella para ver si tenía alguna salida.
Caminaron y caminaron por la cueva internándose cada vez en la tierra. Parecía no tener fin, hasta que vieron una luz al fondo, y entusiasmados corrieron hacia allí.
Así, llegaron a un bosque de enormes árboles, donde la hierba le llegaba a Leire hasta el cuelllo.
- En éste sitio todo es grandísimo - dijo Leire asombrada.
Leire, se subió a lomos del patito, y llegaron hasta un mar que había al lado del bosque.
El patito, se puso a nadar con leire encima, hasta que oyeron unos ruidos : ¡Cua, cua, cua cua!.
Era un grupo de patitos que jugaban en el agua.
- ¡Mira! -Le dijo Leire al patito, - ¡son tan grandes como tú!, éste debe de ser tu hogar.
De entre los patitos, se acercó uno más grande que los demás, y abriendo sus alas, envolvió cariñosamente con ellas al patito.
- Y ésta debe ser tu mamá - dijo Leire.
Cuando el patito era todavía un huevo, la marea lo arrastró hasta la cueva, y la corriente, lo llevó hasta el lago de escocia. Ahora, con la ayuda de Leire, había vuelto a su hogar.
" ¿y cómo voy ha volver yo a mi casa?", pensaba Leire.
Entonces, La mamá del patito, puso a Leire encima de un concha enorme, y le dejó en la entrada de la cueva, no sin antes despedirse del patito con besos y abrazos.
Cuando subió la marea, el agua arrastró la concha con Leire dentro por la cueva ,hasta el lago de Escocia, donde los cazadores, aún esperaban temblando, con sus escopetas y sus perros, la aparición del monstruo.



3 comentarios:

  1. Mi más sincero agradecimiento a Julio Verne y a "Nessie"

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  2. "Un lago que estaba cerca del hotel" ¡Y va en autobús! Hotel Low cost, supongo.

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  3. Es que a Leire le gusta relacionarse con los lugareños..........

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