Cuentos para contar.

viernes, 5 de octubre de 2012

El rey de los animales.

Esta, es la historia de como un simple caracol se convirtió en el rey de los animales.

El león, era el rey, porque era el más fuerte, el más rápido y el más listo.
Un buen día, mientras echaba la siesta, un pequeño caracol se le subió a la tripa, y le dijo:
- ¡Despierta!, vengo a retarte. Yo soy más fuerte, más rápido y más listo que tú.
El león, sorprendido, se echó a reír.
- ¿Tú?, ¿un insignificante caracol?.
- Si tan insignificante soy, acepta el reto,- le respondió.
- Vale, vale - le contestó el león sin parar de reír -, te dejaré que pongas tú mismo las condiciones.
Al día siguiente, todos los animales del bosque se reunieron para asistir al reto.
- Bien caracol, tú dirás- le dijo el león al caracol con irónica sonrisa.
- ¿Ves aquel lago helado?- le dijo el caracol-, pues el que llegue antes a la otra orilla, será el más rápido.
- De acuerdo,- le respondió el león sin dejar de sonreír.
El conejo, les dio el banderazo de salida, y el león con una impresionante zancada, saltó sobre el lago helado. Al tocar sus patas el hielo, resbalo, quedándose despanzurrado sobre la superficie helada. Intentó le vantarse, pero a cada intento, volvía a resbalar.
Mientras, el caracol se deslizaba por el hielo silbando despreocupadamente. Así, este llegó hasta la otra orilla, mientras el león se desesperaba intentando ponerse de pie.
-¡Me has engañado!-gritaba encolerizado el león.
-¡Bueno, bueno! - le dijo el caracol,(ahora era él quien sonreía) - veamos quien es más fuerte.
¿Ves esa piedra en la ladera de la montaña?, pues el que la lleve más lejos, será el más fuerte.
El león se dirigió hacia la piedra, recuperando la confianza en sí mismo."Está chupado", pensaba.La agarró con sus poderosos brazos.......... pero nada, la piedra ni se movió. Lo intentó de nuevo, pero la piedra seguía sin moverse.
-¡Bueno listillo, te toca a ti!- le dijo el león, fuera de sus casillas,al caracol.
Este, con parsimonia, empezó a dar vueltas alrededor de la piedra, empapándola con sus babas, hasta que ésta, empezó a resbalar por la ladera. ¡El león no salía de su asombro!.
-¡Me has vuelto a engañar!- gritaba-, y se abalanzó sobre él para espachurrarle.
-¡Alto! -se escuchó una poderosa voz, que venía de la rama de un árbol. Era "Mou", el búho sabio. - El caracol, ha llegado antes a la otra orilla del lago, y a movido la piedra, por lo tanto, te ha ganado justamente.-Dijo "Mou".
-¡Entonces, tendrá que demostrar que es más listo que yo, si quiere ser el rey de los animales -dijo el león. -De acuerdo - respondió "Mou"-, pero ésta vez pondré yo la prueba. Deberéis ir al "Templo de la sabiduría".El que consiga entrar, será el más listo, y dentro hallará la sabiduría, necesaria para ser el Rey.
Y así, se pusieron en camino hacia El Templo.

el Templo de la sabiduría, se encontraba en medio del bosque. Al llegar, vieron una pequeña choza de madera.
- ¡Yo lo intentaré primero! - dijo el león.
Al acercarse, se empezaron a dibujar unas letras en la puerta, con tinta de fuego: "¿Quien eres?, ¿De donde vienes?, ¿a donde vas?". Sin dudarlo, contesto:
- ¡Yo soy el rey de los animales!, ¡vengo de una estirpe real de leones!, ¡y seré recordado como el más grande de entre los reyes!.
Pero la puerta no se abrió.
Le tocó el turno al caracol, y al acercarse a la puerta, aparecieron de nuevo las letras de fuego con las mismas preguntas, y éste contestó:
- Soy un simple caracol, que vengo del otro lado del bosque, y me gustaría entrar.
¡y la puerta se abrió!.
Dentro de la casa, ¡no había nada!, pero no le importó, porque ¡era el rey de los animales!.

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