Cuentos para contar.

martes, 3 de enero de 2017

El chatarrero, un cuento de navidad

Le llamaban el chatarrero, pero no lo era, porque aunque iba por las basuras recogiendo todo tipo de cachivaches inservibles, él no hacía negocio con sus piezas, sino que los arreglaba. Tenía un don especial para arreglar cosas, desde tostadoras hasta consolas de video-juegos.
Su casa era como un museo, repleto de aparatos en perfecto estado de conservación y funcionamiento, y el jardín...........................¡el jardín era un bosque de árboles de navidad, con sus bolas, estrellas y guirnaldas! Los fue recogiendo tras las navidades, abandonados y secos, de los basureros, y los plantó en su jardín, decorándolos, como si el escenario de una navidad eterna se tratara; "un árbol de navidad tiene que seguir siéndolo", comentaba.

¡Pero se quedó sin sitio!
Lo que hizo, fue dar todo lo que tenía a organizaciones de caridad, que repartieron todos los aparatos entre personas necesitadas.

Pero no terminó ahí la historia; el chatarrero siguió recorriendo las calles con su carro de supermercado, pero en vez de con aparatos inservibles, lo llenaba con perros y gatos callejeros, los que estaban enfermos, o demasiado débiles como para sobrevivir.
Su casa se convirtió entonces en el hogar de decenas de animales, a los que alimentaba y cuidaba.
Había sobre todo perros y gatos, pero también conejos hampsters, ¡y hasta una serpiente!, que también fue abandonada por su dueño.
Pero el director de la perrera municipal se quejó, alegando que ese era su trabajo,  y que nadie más estaba preparado para realizarlo convenientemente, y eso que el chatarrero nunca utilizó una inyección letal para acabar con la vida de los animales que nadie quería.
Así que un buen día, fue la policía a su casa, y se llevaron todos los animales.

La gente se preguntaba ¿qué sería ahora del chatarrero?, si no podía arreglar aparatos inservibles, ni cuidar animales abandonados ¿a qué dedicaría su tiempo?
Y volvió a sorprender a todo el mundo, acogiendo en su casa a vagabundos, borrachos, huérfanos, marginados,....................¡los deshechos de la sociedad!
Pero no sólo les daba cobijo y alimento, ¡les convertía en personas completamente diferentes!
Algunos volvían con sus familias, otros empezaban una nueva vida y a los ancianos y a los niños, les llevaba a residencias, una vez recuperada su dignidad. donde se encargaban de ellos.

Cuando ya anciano, el chatarrero no pudo ocuparse de los demás, donó todo lo que tenía a "ongs", ¡incluso su casa!, y se quedó en la calle, solo y sin nada.

Cuentan, que mientras dormía en un banco del parque, bajo unas viejas mantas, bajó del cielo una corte de ángeles, y se lo llevaron con ellos; ¡aunque otros aseguran que fueron alienígenas los que se lo llevaron en su nave espacial!


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