Cuentos para contar.

viernes, 5 de septiembre de 2014

El gatito valiente

El gatito jugaba con su pelota al lado de un túnel. La empujaba con sus patitas, y corría detrás de ella alborozado. En una de éstas, la pelota rebotó en un árbol y acabó en medio del túnel. El gatito se adentró temeroso en él; podía ver la silueta de la pelota entrecortada en la luz que provenía del final del túnel. De pronto, escuchó una voz profunda y penetrante, y unos chasquidos, como pasos que se acercaban. Salió disparado, dejándose casi el alma. Pero era un gatito valiente, así que se revolcó en el barro, y luego sobre una cama de hojas secas, que se le quedaron pegadas al cuerpo. De esta guisa, el gatito volvió a entrar en el túnel; - ¡soy un monstruo! - gritaba mientras se internaba en la oscuridad. Pero de nuevo la penetrante voz y los chasquidos le hicieron salir pitando, como si tuviera fuego en la cola.
El gatito, veía desconsolado su pelota en medio del túnel, rodeada de las penumbras, que ocultaban la siniestra presencia que le acechaba. "¡Tengo que recuperar mi pelota!" - se dijo armándose de valor; y se internó de nuevo en el túnel.
- ¡Sólo quiero mi pelota! - gritaba mientras avanzaba tembloroso en la oscuridad -, ¡No te tengo miedo!
De nuevo la voz........................., pero esta vez, el gatito no huyó; se paró y cerró los ojos con fuerza.
- ¡No tengo miedo! - volvió a gritar. Entonces, sintió el viento acariciando sus orejas, y peinando sus bigotes, y una gota de agua, que rompiendo en su cabeza, corrió por sus mejillas; ¡era el viento, el que ululaba como una voz, y las goteras, las que golpeaban el suelo como pasos!. Abrió los ojos, y se acercó despacio hasta la pelota; y empujándola con las patitas, salió del túnel feliz y contento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario