Cuentos para contar.

viernes, 25 de julio de 2014

El baile de las ballenas (capítulo 2)

La isla del oráculo

- ¡Que un gorila me arranque los brazos! - maldecía Malapata - ,¿Cómo vamos a conseguir esas malditas coordenadas?
- Tranquilo capitán - le dijo Rodi - tengo un plan. La perspicaz mirada del camaleón le tranquilizó -. En La Taberna del Ciervo Blanco, después de invitar a un viejo lobo de mar a unos tragos de ron, logré sonsacarle la ubicación de La Isla del Oráculo.
Los ojos de Malapata se iluminaron. - ¡La Isla del Oráculo! - dijo abrazando a Rodi - , ¡el oráculo nos dirá donde será el baile!, ¡estamos salvados!
Los vientos eran propicios, y los hados guiaron su rumbo con firme navegar. Tras tres días, las dudas empezaron a asomar desde el oscuro mar de la incertidumbre; deberían haber llegado, según las informaciones del viejo lobo de mar. De repente, una densa niebla lo cubrió todo.
- Estas deben de ser las tinieblas que protegen los secretos de la isla capitán. Según la leyenda, la oscuridad que envuelve la isla, hace que los barcos que intentan llegar a ella, queden encallados en las afiladas rocas que rodean la isla.
- ¡Echar el ancla! - ordenó Malapata - ,¡ni los ojos del diablo verían a través de esta niebla! ¿Y ahora qué? - añadió desconsolado.
- No te preocupes capitán - dijo Rodi - , utilizaremos el submarino.
El submarino, era una ingenioso aparato, diseñado por Rodi, en forma de cilindro, con un cristal delantero, unos remos a los lados, un ancla que lo mantenía sumergido, y un tubo largo que llegaba hasta la superficie por donde entraba el aire. En él se metieron Malapata y Rodi, y remaron bajo el agua hasta la isla, evitando las rocas.
- ¡Por las ladillas de King-Kong! - bramó Malapata - ,¡esta isla no es más grande que las suelas de mis botas!
En efecto; la isla consistía en una colina que dominaba un pequeño prado, y playas rodeándolo.Más allá de la orilla, surgían del mar afiladas rocas, donde se veían  restos de navíos naufragados.
- ¿Donde está el palacio del oráculo? - dijo Malapata.
- Creo que esto es todo capitán; rocas, hierva, arena,............¿Y ovejas?
Unos balidos se oían claramente al otro lado de la colina, en el prado. Tras unos minutos, en los que casi se podían oír los resortes de los pensamientos de Rodi...................
- ¡Las ovejas son el oráculo! - gritó.
- ¿Qué?
- ¡Aquí no hay otra cosa!, y mira allí - dijo Rodi señalando la colina - parece que hay una especie de púlpito.
- ¡ Pues vamos! - dijo Malapata desenvainando su espada.
Malapata subió al púlpito y con su bozarrón gritó:
- ¡Decidme malditos sacos de lana donde será El Baile de las Ballenas, o haré con vosotras pañuelos para sonarme los mocos!
- ¡Capitán! - le dijo Rodi -, déjame a mí.
- ¡Sabios del oráculo, por el don que los dioses os han otorgado, os pedimos humildemente nos honréis con vuestra sabiduría, y nos digáis el lugar donde se realizará El Baile de las Ballenas.
Hubo un instante de silencio, y de pronto, las ovejas se pusieron a balar al unísono, formando un cacofónico canto.
- ¡Escucha capitán, cada oveja dice una palabra!
- Es cierto, ¡pero no entiendo nada! ¡De una en una malditas! - gritó Malapata, espada en mano.
Las ovejas se quedaron en silencio, mirándole con su expresión bobina. al momento, volvió a llenarse el aire con el caótico canto.
- Tiene que haber una lógica en todo esto...............- dijo Rodi - ¡ordenémoslas por tamaños!
Así lo hicieron, pero las frases que construían, no tenían ningún significado. Después las ordenaron por tonos, por gordura, por número de dientes,...................¡nada!
Se puso el sol; agotados, Malapata y Rodi se tumbaron en la playa.
- ¡No puedo más! - dijo Malapata.
- ¡Yo tampoco! - respondió Rodi - ,dejémoslo para mañana.
El canto de las ovejas continuaba en el prado, pero la noche empezó a introducir en él sus silencios.
- ¡Escucha capitán! - dijo Rodi incorporándose; se podían distinguir ciertas palabras entre el alboroto general, y poco a poco, acompañados por el rumor de las olas, las palabras formaron una frase: Latitud cuatro, longitud veinte; latitud cuatro, longitud veinte;.....................
- ¡Son las coordenadas, lo logramos!
Malapata y Rodi se abrazaron y bailaron a la luz de la luna.


No hay comentarios:

Publicar un comentario