A Mara, le gustaban mucho las galletas, así que fue a la cocina de su casa, y cogió el bote de galletas para coger una. Al abrirlo, una enorme garra le cogió del brazo, y se la llevó dentro del bote. ¡Era un monstruo peludo, con cuernos y largos dientes!.
- ¡Harás galletas mágicas para mí! - le dijo, - de las que convierten a los hombres en monstruos.
Y la encerró en una cocina, donde encontró la receta de las galletas mágicas, y todos los ingredientes para hacerlas.
La pobre Mara, muerta de miedo, se puso ha hacer galletas, tal como le había dicho el monstruo.
- ¡Ja, ja, ja, ja! - reía el monstruo, mientras ponía las galletas hechas por Mara en todos los botes de galletas. - ¡Todo el mundo comerá mis galletas, y se convertirán en monstruos, ja, ja, ja, ja!.
Así, el padre de Mara, comió una galleta mágica, ¡y se convirtió en monstruo!, y su madre, y su perro,.........
"tengo que hacer algo", pensó Mara, e hizo una galleta de chocolate, de las que le gustaba a su hermano, en la que escribió un mensaje:
"Hermanito, vete donde el cocinero "Argiñano", y pídele la receta de las galletas de mermelada, las que convierten a los monstruos en personas. Luego, escribe la receta en una galleta, y déjala en el bote de galletas. Hay un monstruo que quiere convertir a todas las personas en monstruos. ¡Date prisa!,¡ y sobre todo, no comas ninguna galleta del bote!. "
Tu hermana Mara.
-¡Uhmmm!, ¡una galleta de chocolate! - dijo Juan, el hermano de Mara, que iba a coger una galleta del bote de galletas.
Al ir a comerla, vio el mensaje de su hermana, y fue corriendo a buscar al cocinero "Argiñano".
- ¡"Argiñano", "Argiñano"!, necesito la receta de las galletas de mermelada - dijo Juan cuando llegó a la casa de "Argiñano". Y le enseñó el mensaje que le había escrito su hermana en la galleta.
- ¡Vaya, vaya!, es una receta muy antigua........, Miraré en mis viejos libros de recetas - dijo "Argiñano". Y abriendo un enorme y polvoriento libro, se puso a buscar la receta.
- ¡aquí está!, - gritó de repente, -" 200 gr. de harina, 100 gr. de azúcar, 4 huevos, mermelada de fresa, a gusto, canela, y una pizca de polvo de cuerno de monstruo" - ¡rica y con fundamento!.
"Argiñano", escribió la receta en una galleta, y se la dio a Juan para que la dejara en el bote de galletas.
Cuando el monstruo dormía, Mara salió despacio de la cocina, y cogió la galleta que le había dejado su hermano. Leyó la receta.
- ¡Polvo de cuerno de monstruo!, es lo único que me falta - pensó Mara. y cogiendo una lima, se acercó donde el monstruo, que aún dormía a pierna suelta.
Con la lima, raspó el cuerno para conseguir el polvo, y fue corriendo a la cocina para hacer las galletas de mermelada.
Cuando se despertó, el monstruo cogió las galletas que había hecho Mara, y empezó a dejarlas por todos los botes de galletas.
Entonces, el padre de Mara, que ahora era un monstruo peludo con cuernos y largos dientes, se acercó al bote de galletas, atraído por el olor de las nuevas galletas.
- ¡Uhmm!, ¡que buenas están estas galletas! - dijo, comiendo una galleta de mermelada. Y al instante, se transformó de nuevo en persona. y así, todos los monstruos, se fueron convirtiendo de nuevo en personas.
- ¡Qué está pasando aquí! - gritó el monstruo.
- ¡Tranquilo! - le dijo Mara, - come esta galleta, es una nueva receta, verás como te gusta.
El monstruo, que no era muy listo, comió la galleta, y al momento, se convirtió en persona.
Desde entonces, el monstruo, convertido en persona, fue el ayudante del cocinero "Argiñano" en el restaurante de éste, y se dedicó a hacer galletas de todo tipo, de mermelada, de chocolate, de nata,..............., ¡pero no mágicas!.
Si el padre de Mara hubiera respetado su régimen no le hubiera pasado eso.
ResponderEliminar¿Quien se puede resistir a una suculenta galleta mágica?
ResponderEliminarSobre todo si es de chocolate.